Últimamente todos se vuelven locos, se rasgan las vestiduras, están heridos en su orgullo nacional por la venta de Wong: sobre todo el corso, los empleados vestidos de chalanes y etc’s por fiestas patrias. Debo confesar que nunca asistí a un corso y que contadas veces he comprado en Wong, porque Metro siempre ha estado más cerca de mi casa (ya sé que es lo mismo), pero ese no es el punto ahora.
Así como sólo se aprecia la música criolla el 31 de octubre o se canta “Perú Campeón” cuando ganamos algún partido, únicamente cuando Chile compra alguna empresa o hace industria acá todos somos uno: Perú. Ya habla el Morsa sobre “Chile chico” en su último post, expresando preocupación sobre un proyecto viable a largo plazo: que Perú se vuelva una colonia de Chile, y no hablo de invasión ni guerra, sino en una colonia comercial.
Y es que la inversión Chilena, citando al Blog de Cayo, es mucho mayor que la Peruana: Mientras, la inversión chilena en el Perú, según la Cancillería de ese país, sumó US$ 5,500 millones de 1999 al I Semestre del 2007, más US$ 500 millones por la compra de Wong. En total, entonces, son US$ 6,000 millones chilenos en el Perú contra US$ 223 millones peruanos en Chile (los 23 millones anteriores más los 200 millones de Wong). Chile gana 27 a 1.
27 a 1 y seguimos mirando la punta de nuestros zapatos, pensando en lo local, en la familia, lo colectivo; mientras la visión que se maneja hoy en día es la de la industria, la expansión: globalización. Lamentablemente (o felizmente) se es más individualista que nunca, se piensa en intereses propios (que bien concretados se convierten en nacionales), oportunidades como ésta rara vez se dejan pasar y Cencosud (Centros Comerciales Sudamericanos) tuvo la visión. Así es la nuez, porque el capital no tiene patria… y la mayoría pensando en qué será del corso ahora.
Así como sólo se aprecia la música criolla el 31 de octubre o se canta “Perú Campeón” cuando ganamos algún partido, únicamente cuando Chile compra alguna empresa o hace industria acá todos somos uno: Perú. Ya habla el Morsa sobre “Chile chico” en su último post, expresando preocupación sobre un proyecto viable a largo plazo: que Perú se vuelva una colonia de Chile, y no hablo de invasión ni guerra, sino en una colonia comercial.
Y es que la inversión Chilena, citando al Blog de Cayo, es mucho mayor que la Peruana: Mientras, la inversión chilena en el Perú, según la Cancillería de ese país, sumó US$ 5,500 millones de 1999 al I Semestre del 2007, más US$ 500 millones por la compra de Wong. En total, entonces, son US$ 6,000 millones chilenos en el Perú contra US$ 223 millones peruanos en Chile (los 23 millones anteriores más los 200 millones de Wong). Chile gana 27 a 1.
27 a 1 y seguimos mirando la punta de nuestros zapatos, pensando en lo local, en la familia, lo colectivo; mientras la visión que se maneja hoy en día es la de la industria, la expansión: globalización. Lamentablemente (o felizmente) se es más individualista que nunca, se piensa en intereses propios (que bien concretados se convierten en nacionales), oportunidades como ésta rara vez se dejan pasar y Cencosud (Centros Comerciales Sudamericanos) tuvo la visión. Así es la nuez, porque el capital no tiene patria… y la mayoría pensando en qué será del corso ahora.
Feliz navidad.
2 comentarios:
estoy de acuerdo en algunas cosas, comenzando por el localismo
y lima entendida como perú. falta industria como siempre y vision.
interesante
mencionas ciertos puntos discutibles, como que no hay espiritu de empresa. si bien no es de gran inversion creo que olvidas por completo lo de las pymes. Dejas de lado a inversionistas, que si bien no son grandes, poco a poco estan formando un nuevo rostro de empresa en el pais.
Por lo demás creo que esta bien abordado el tema, pero tengo mis discrepancias. Nada más Julio, sigue con el blog.
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